sábado, 4 de febrero de 2012

Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero)


El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La OMS calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas morirán de cáncer entre 2005 y 2015.

Cada 4 de febrero, la OMS apoya a la Unión Internacional contra el Cáncer y promueve medios para aliviar la carga mundial de la enfermedad. La prevención del cáncer y el aumento de la calidad de vida de los enfermos son temas recurrentes.
El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.

viernes, 3 de febrero de 2012

INFIERNO EN EL CENTRO DEL DESIERTO


La primera vez que entraron los traficantes beduinos al galpón, donde estaba encerrada B junto a otros cientos de ciudadanos de Eritrea, entre ellos su marido, le ordenaron salir fuera del recinto; por supuesto ella rehusó,alegando que no saldría sin su marido. –¿Quién es aquí su esposo?-preguntaron; ella lo señaló. De inmediato,lo arrastraron fuera, y comenzaron a golpearlo con pedazos de metal, en todo el cuerpo. Luego,sacaron otro hombre,y otro y otro,todos corrieron idéntico tratamiento; hasta que los demás encerrados imploraron a B, que salga antes de que los delincuentes maten a todos. Ella salió, se acercó uno que las jugaba de traductor, para informarle que el jefe de la cuadrilla la quería en su carpa,para pasar un “rato agradable”. B, sin contestar volvió al galpón. Tras ella entraron tres hombres y ordenaron: -¡Todos arrodillarse y cerrar los ojos! Se acercaron a ella, la empujaron contra una de las paredes y comenzaron a golpear brutalmente todo el cuerpo de la indefensa mujer. Le exigieron conseguir dinero entre sus familiares, para así conseguir su libertad, caso contrario la matarán; le entregaron un celular para hacer llamadas. La hermana de B, prometió hacer lo posible. La desesperada hermana, vendió todo lo de valor, y consiguió recolectar 500 dólares. Pero los traficantes exigieron más. Mientras, los golpes continuaron tanto a ella como a su marido. Unos días más tarde, los hombres fueron separados de las mujeres en distintos galpones. A los dos o tres días, B fue sacada por la fuerza del recinto. Le dijeron que le convendría aceptar,sin titubeos,lo que se le exigiría; sin siquiera terminar de escuchar su negación, fue atadas sus manos detrás de su espalda, también sus piernas. Le inyectaron algo en sus nalgas,taparon sus ojos y la arrastraron a otro lugar. Sintió que se desmayaba. Cuando abrió los ojos,estaba desnuda, y captó lo que había sucedido. La sangre no paraba. Ordenaron a una de las mujeres desatarla y lavarla, cuando ella llegó a B, rompió en lágrimas. La dejaron en una mugrienta pieza durante una semana. Todas las tardes él llegaba, y ya no tenía fuerza para revelarse.La violaba y allí quedaba, hasta la tarde siguiente. La hermana mandó más dinero, no obstante él sanguinario traficante, comunicó al marido, que había decido quedarse ella para siempre. El marido se rebeló y fue azotado en forma terrible. B cayó enferma; la hemorragia no cesaba, sus esfínteres dejaron de funcionar. Las ropas manchadas de sangre, más su cuerpo flaco y enfermo, hicieron mella en el bandido y decidió perder el interés en ella. Recibió ropa limpia y una camioneta la llevó hasta la frontera.





Pues bien, esto que han leído no es parte de una novela, de un libreto cinematográfico o fruto de la imaginación literaria de un escritor. Es lo narrado por una de las mujeres llegadas, en forma clandestina, a Israel, en uno de los días del pasado mes, de septiembre de este año.

Miles como ella, escapan de sus países, Eritrea, Etiopía, Sudan, La península de Sinaí, se ha convertido para ellos en un infierno. Como resultado de una campaña conjunta de organismos israelíes e internacionales, se han comenzado a descubrir las atrocidades que tienen lugar después de pasar la frontera de Egipto. En todo momento, actual, se encuentran miles de emigrados de países africanos, en la ruta de escape hacia Israel. Ellos son encerrados en especies de campamentos especiales, allí se los extorsiona y se les roba su dinero. Son vejados, violados, y torturados en forma brutal. Parte de las mujeres sufren un sistema de violación sistemático. Al pasar la frontera a Israel, es poco lo que les resta de humanos.

Lo que allí pasa, en los nombrados “campamentos”, es de interés internacional, y en forma urgente deben clausurarse. El gobierno egipcio es el que deberá encargarse, en forma directa, pues dentro de su territorio, están ocurriendo estas barbaridades.

-El tráfico de personas por Sinaí, se ha transformado en la ruta principal desde África hacia el occidente-, declaró Wiliam Tol, representante de las Naciones Unidas, encargado de emigrantes ilegales, en Israel. Agregó además: -Entre las rutas, utilizadas por los traficantes, conocidas, desde Marruecos a España, de Libia a Italia, de Turquía y el norte de África a Grecia, se ha convertido la ruta desde Mauritania y Sudan a Israel, la más activa e importante. Lo que acontece en los tres o cuatro meses últimos, en la parte egipcia de la ruta, de acuerdo a las noticias que llegan, es alarmante.

La salida de aquellos países es ilegal, los violadores de las leyes, miles mensualmente pasan la frontera Mauritania-Egipto, de allí llegan y se concentra en el campamento de Garav, atendido por fuerzas de la UN, y de allí, en su mayoría, a la ciudad de Kasala, y luego Libia, Arabia Saudita y por último Egipto. Desde allí se encargan los traficantes propiamente dichos. Por lo general son eritreos, quienes cobran, por el trayecto hasta la frontera con Israel, la nada despreciable suma de 2,500 dólares. Varios de los reportados, comentaron que su idea consistía en llegar a Italia, pero a causa de las nuevas reglamentaciones del gobierno italiano, se convirtió Israel en la mejor elección. Llegaron además comentarios a los representantes de la UN, sobre raptos efectuados dentro de Sudan, sin intención de llegar a Israel, fueron subidos por la fuerza a camiones, y se les exigió pagar para conseguir su liberación.

Los traficantes de Sudan a Egipto son en su mayoría beduinos, quienes transportan a los emigrados en pequeñas camionetas, tapadas con lonas, hacinados a tal punto,que muchos de ellos no llegan con vida a la frontera con Israel. Muchas organizaciones, grupos, están ocupados en esta nueva manera de intercambio de ciudadanos, por lo general en forma que dista mucho de los requeridos Derechos Humanos.

Las "violaciones correctivas" en Sudáfrica no cesan


Las lesbianas del país africano que, pese a tener una ley que permite el matrimonio homosexual, también sufre de una gran homofobia por parte de la sociedad, viven con miedo a estas “violaciones correctivas” que se han convertido en una práctica habitual.
Millicent Gaika fue maniatada, torturada y violada durante cinco horas por un hombre que aseguraba estar “curando” su enfermedad. Sobrevivió a duras penas pero el de Gaika no es un caso aislado. Las violaciones correctivas se han convertido en algo habitual en Sudáfrica, país en el que las lesbianas viven aterrorizadas ante la posibilidad de ser víctimas de esos ataques. Pese a todo, aún nadie ha sido condenado en ningún caso de violación correctiva.

Un grupo de activistas de una casa-refugio en Ciudad de Cabo están arriesgando su seguridad y su integridad física para conseguir que el caso Millicent sirva para lograr cambios. La llamada de atención sobre el Ministro de Justicia ha logrado más de 140.000 firmas, lo que le ha forzado a aparecer en la televisión del país. Pero el Ministro aún no ha se ha posicionado con respecto a las demandas de acción por parte del colectivo de mujeres.

Las “Violaciones correctivas” se basan en la estrafalaria idea de que una mujer lesbiana puede convertirse en heterosexual si es violada. En Ciudad el Cabo se registra más de una de estas violaciones por día y la impunidad de los perpetradores sigue siendo la tónica común ya que este crimen ni siquiera se lo considera “crimen de odio”. La semana pasada, el propio Ministro Radebe insistió en que el motivo es irrelevante cuando se trata de crímenes como la violación correctiva.

Sudáfrica es conocida como la "Nación del Arco Iris" y ha levantado la admiración mundial por sus esfuerzos en la lucha contra la discriminación tras el periodo del 'apartheid', siendo el primer país cuya constitución estableció la protección de todos los ciudadanos contra la discriminación por motivos de orientación sexual. Paradójicamente, Sudáfrica también se ha convertido en la capital mundial de la violación. Una niña sudafricana tiene más posibilidades de ser violada que de aprender a leer. Puede parecer increíble pero una cuarta parte de las niñas sudafricanas son violadas antes de cumplir los 16 años.

Los expertos tratan de buscar las raíces del problema: la percepción de la existencia de unos “derechos” masculinos (el 62% de los chicos mayores de 11 años creen que forzar a alguien sexualmente no constituye un acto de violencia), el empobrecimiento, los asentamientos superpoblados, el número de hombres desempleados y excluidos, la aceptación por parte de la comunidad. Y, en los pocos casos en los que las agresiones se denuncian ante las autoridades, se encuentran con una respuesta policial lamentable y unas decisiones judiciales excesivamente permisivas.

Los refugiados africanos en Israel



Un estudio preliminar realizado por el Centro Internacional Feinstein
(Universidad de Tufts) en noviembre de 2010 exploraba la interrelación entre
las migraciones, el reembolso de la deuda, las remesas y los empleos de los
solicitantes de asilo sudaneses y eritreos en Israel.1
Los refugiados africanos empezaron a
migrar en 2006 hacia Israel cruzando
la Península del Sinaí en busca de asilo
y trabajo, incrementándose su número
en 2007.2 A finales de 2010 la cifra
de migrantes procedentes de África
en Israel había aumentado a 33.273
personas, desde las 17.000 del año 2008,
registrándose en noviembre el mayor
número de llegadas.3 La mayoría de los
recién llegados huían de la desesperación
y buscaban protección (no sólo empleos)
en Israel. Los eritreos y los sudaneses
conforman los dos mayores colectivos
africanos en Israel. La mayoría disponen
de protección temporal en forma de
“visados condicionales 2A5” renovables
cada tres meses, pero viven bajo la
amenaza constante de que la protección
sea revocada. Pese a que oficialmente
los titulares del visado no disponen
de permiso para trabajar, algunos
empleadores pasan por alto esta norma.
Los solicitantes de asilo financian sus
viajes de diversas maneras. La mayoría
piden dinero prestado a familiares y
amigos para pagar a los traficantes que
les llevarán a Israel y, después de cubrir
sus necesidades básicas, saldar esta deuda
se convierte en una prioridad. Todo el
dinero que les sobra lo envían a familiares
en su país de origen, aunque la mayoría
no dispone de excedente para enviar.
Muchos migrantes comenzaron su viaje
por una cantidad acordada pero luego
pasaron a manos de otros grupos que
exigían un pago adicional. Hemos oído
casos en los que grupos de sudaneses y
eritreos en Israel han tenido que reunir
dinero para pagar un rescate y liberar a
un amigo o pariente retenido en el Sinaí.
La mayoría de migrantes piden dinero
prestado antes de su partida, aunque
hemos escuchado historias de personas
que había emprendido su viaje a Israel
a sabiendas de que carecían del dinero
suficiente para sufragar el trayecto
completo. Una mujer confesaba que si le
hubiese pedido a su familia el dinero para
el viaje por adelantado no se lo habrían
dado, pero ella sabía que sí lo harían
si llamaba cuando estuviera en apuros
durante el trayecto. Pensó que merecía
la pena correr el riesgo de quedarse
sin dinero porque llegar a Israel era su
mayor esperanza de ponerse a salvo.
Poder llegar a Israel se está convirtiendo
en algo cada vez más caro y peligroso. Se
han denunciado casos de graves abusos y
torturas por parte de traficantes beduinos
en el Sinaí - violaciones, secuestros y
asesinatos- a quienes no podían hacerse
cargo de los pagos adicionales. Las
personas entrevistadas declararon que
los traficantes les habían llevado hasta un
radio de 50 metros de la valla fronteriza
y luego les dijeron que corrieran y la
escalaran. En la etapa final del viaje
varios centenares de migrantes han
muerto tiroteados por la policía egipcia.
¿Migrantes económicos o
solicitantes de asilo?
El Gobierno israelí alega que la mayoría
de los que entran en el país son migrantes
económicos más que solicitantes de asilo
y, de hecho, muchos de los entrevistados
reconocieron haber llegado porque no
podían mantenerse a sí mismos y a sus
familias en Eritrea y Sudán. Sin embargo,
la persecución y la falta de sustento están
íntimamente relacionadas en estos países,
donde es una combinación de factores
la que influye en la decisión de migrar.4
Todos los entrevistados mencionaron
su deseo de ganar dinero y enviarlo a
casa, pero no se citaba este factor como
la principal razón para marcharse;
estaban huyendo de una situación
“muy grave” en su país de origen.
Los recién llegados a Israel intentan
encontrar trabajos temporales o por días
a través de agencias de empleo o en la
esquina de Levinsky Park, al sur de Tel
Aviv. Muchos no encuentran trabajo
y a muchos otros se les paga mal o ni
siquiera se les paga por la labor realizada,
lo que pocas veces es denunciado. A
finales de 2008 fue cuando el Gobierno
comenzó a garantizar la protección
temporal de eritreos y sudaneses y, desde
entonces, algunos solicitantes de asilo
han abierto pequeños negocios como
restaurantes, cibercafés y tiendas de
ropa orientados a la clientela africana.
Los recién llegados expresaron su alivio
por permanecer a salvo en Israel y
muchos de los entrevistados declararon
que apreciaban la falta de acoso policial
y el entorno seguro en general. Aunque
también manifestaron su frustración por
ser incapaces de ganarse el sustento.
Implicaciones
Israel se considera un destino de
emergencia; los refugiados que se
trasladan a este país no disponen de
suficiente dinero o contactos para llegar
a Europa o América y parece que el
número de solicitantes de asilo va en
aumento. El Gobierno israelí debería
aclarar su política de asilo y definir la
protección temporal y las condiciones bajo
las que tal protección podría revocarse.
Consideramos que a Israel le interesa
incluir los derechos socioeconómicos de
los titulares en los visados temporales de
protección. Garantizar a los solicitantes
de asilo el derecho a trabajar estaría en la
línea de los estándares sobre refugiados
y reduciría la cantidad de recursos
estatales necesarios para mantenerles
en los centros de detención. Si los
solicitantes de asilo tuvieran derecho a
trabajar, podrían contribuir tanto en la
comunidad israelí, como en sus lugares
de origen. En la actualidad el Gobierno
planea tomar medidas para bloquear las
llegadas —entre ellas la construcción
de una valla en la frontera de Israel con
Egipto, construir un centro de detención
con capacidad para 10.000 personas
en Negev e imponer sanciones a los
empleadores— pero no parece que estas
medidas vayan a frenar los flujos de
migración. En todo caso, los solicitantes
de asilo emprenderán trayectos por rutas
cada vez más peligrosas. Las redes de
contactos afianzadas, así como las rutas
trazadas por los traficantes, facilitarán
la continuación de las llegadas aun
cuando los riesgos sean mayores.
Al mismo tiempo que redactamos
este artículo (febrero de 2011) se están
produciendo dos acontecimientos
políticos que tendrán importantes
ramificaciones para la migración africana
en Israel. El resultado del referéndum
de enero en Sudán del Sur a favor de
la secesión del país y el consecuente
nacimiento de este nuevo Estado en julio
de 2011. Según parece, pequeños grupos
de sudaneses del sur han retornado
voluntariamente a sus hogares desde
Israel y parece que este movimiento de
retorno va a continuar. La creación del
sureño Estado de Sudán del Sur podría
reducir la futura migración desde el
sur, aunque es poco probable que vaya
a influir en las personas que huyen de
Darfur. En segundo lugar, los cambios
políticos de febrero de 2011 en Egipto
crean un espacio para que su nuevo
Gobierno pueda abordar las graves
violaciones de los derechos humanos que
se cometen en el Sinaí y en la frontera
con Israel. Falta por ver en qué medida
estos cambios radicales influirán en
las rutas de los traficantes egipcios.