viernes, 3 de febrero de 2012

INFIERNO EN EL CENTRO DEL DESIERTO


La primera vez que entraron los traficantes beduinos al galpón, donde estaba encerrada B junto a otros cientos de ciudadanos de Eritrea, entre ellos su marido, le ordenaron salir fuera del recinto; por supuesto ella rehusó,alegando que no saldría sin su marido. –¿Quién es aquí su esposo?-preguntaron; ella lo señaló. De inmediato,lo arrastraron fuera, y comenzaron a golpearlo con pedazos de metal, en todo el cuerpo. Luego,sacaron otro hombre,y otro y otro,todos corrieron idéntico tratamiento; hasta que los demás encerrados imploraron a B, que salga antes de que los delincuentes maten a todos. Ella salió, se acercó uno que las jugaba de traductor, para informarle que el jefe de la cuadrilla la quería en su carpa,para pasar un “rato agradable”. B, sin contestar volvió al galpón. Tras ella entraron tres hombres y ordenaron: -¡Todos arrodillarse y cerrar los ojos! Se acercaron a ella, la empujaron contra una de las paredes y comenzaron a golpear brutalmente todo el cuerpo de la indefensa mujer. Le exigieron conseguir dinero entre sus familiares, para así conseguir su libertad, caso contrario la matarán; le entregaron un celular para hacer llamadas. La hermana de B, prometió hacer lo posible. La desesperada hermana, vendió todo lo de valor, y consiguió recolectar 500 dólares. Pero los traficantes exigieron más. Mientras, los golpes continuaron tanto a ella como a su marido. Unos días más tarde, los hombres fueron separados de las mujeres en distintos galpones. A los dos o tres días, B fue sacada por la fuerza del recinto. Le dijeron que le convendría aceptar,sin titubeos,lo que se le exigiría; sin siquiera terminar de escuchar su negación, fue atadas sus manos detrás de su espalda, también sus piernas. Le inyectaron algo en sus nalgas,taparon sus ojos y la arrastraron a otro lugar. Sintió que se desmayaba. Cuando abrió los ojos,estaba desnuda, y captó lo que había sucedido. La sangre no paraba. Ordenaron a una de las mujeres desatarla y lavarla, cuando ella llegó a B, rompió en lágrimas. La dejaron en una mugrienta pieza durante una semana. Todas las tardes él llegaba, y ya no tenía fuerza para revelarse.La violaba y allí quedaba, hasta la tarde siguiente. La hermana mandó más dinero, no obstante él sanguinario traficante, comunicó al marido, que había decido quedarse ella para siempre. El marido se rebeló y fue azotado en forma terrible. B cayó enferma; la hemorragia no cesaba, sus esfínteres dejaron de funcionar. Las ropas manchadas de sangre, más su cuerpo flaco y enfermo, hicieron mella en el bandido y decidió perder el interés en ella. Recibió ropa limpia y una camioneta la llevó hasta la frontera.





Pues bien, esto que han leído no es parte de una novela, de un libreto cinematográfico o fruto de la imaginación literaria de un escritor. Es lo narrado por una de las mujeres llegadas, en forma clandestina, a Israel, en uno de los días del pasado mes, de septiembre de este año.

Miles como ella, escapan de sus países, Eritrea, Etiopía, Sudan, La península de Sinaí, se ha convertido para ellos en un infierno. Como resultado de una campaña conjunta de organismos israelíes e internacionales, se han comenzado a descubrir las atrocidades que tienen lugar después de pasar la frontera de Egipto. En todo momento, actual, se encuentran miles de emigrados de países africanos, en la ruta de escape hacia Israel. Ellos son encerrados en especies de campamentos especiales, allí se los extorsiona y se les roba su dinero. Son vejados, violados, y torturados en forma brutal. Parte de las mujeres sufren un sistema de violación sistemático. Al pasar la frontera a Israel, es poco lo que les resta de humanos.

Lo que allí pasa, en los nombrados “campamentos”, es de interés internacional, y en forma urgente deben clausurarse. El gobierno egipcio es el que deberá encargarse, en forma directa, pues dentro de su territorio, están ocurriendo estas barbaridades.

-El tráfico de personas por Sinaí, se ha transformado en la ruta principal desde África hacia el occidente-, declaró Wiliam Tol, representante de las Naciones Unidas, encargado de emigrantes ilegales, en Israel. Agregó además: -Entre las rutas, utilizadas por los traficantes, conocidas, desde Marruecos a España, de Libia a Italia, de Turquía y el norte de África a Grecia, se ha convertido la ruta desde Mauritania y Sudan a Israel, la más activa e importante. Lo que acontece en los tres o cuatro meses últimos, en la parte egipcia de la ruta, de acuerdo a las noticias que llegan, es alarmante.

La salida de aquellos países es ilegal, los violadores de las leyes, miles mensualmente pasan la frontera Mauritania-Egipto, de allí llegan y se concentra en el campamento de Garav, atendido por fuerzas de la UN, y de allí, en su mayoría, a la ciudad de Kasala, y luego Libia, Arabia Saudita y por último Egipto. Desde allí se encargan los traficantes propiamente dichos. Por lo general son eritreos, quienes cobran, por el trayecto hasta la frontera con Israel, la nada despreciable suma de 2,500 dólares. Varios de los reportados, comentaron que su idea consistía en llegar a Italia, pero a causa de las nuevas reglamentaciones del gobierno italiano, se convirtió Israel en la mejor elección. Llegaron además comentarios a los representantes de la UN, sobre raptos efectuados dentro de Sudan, sin intención de llegar a Israel, fueron subidos por la fuerza a camiones, y se les exigió pagar para conseguir su liberación.

Los traficantes de Sudan a Egipto son en su mayoría beduinos, quienes transportan a los emigrados en pequeñas camionetas, tapadas con lonas, hacinados a tal punto,que muchos de ellos no llegan con vida a la frontera con Israel. Muchas organizaciones, grupos, están ocupados en esta nueva manera de intercambio de ciudadanos, por lo general en forma que dista mucho de los requeridos Derechos Humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario